Historias de la gente

En este apartado se subirán las historias que nos cuentan al privado. Las podéis escribir en el apartado "Contáctanos" 

UNA HISTORIA CON DIENTES

Pepe llevaba meses soñando con su viaje a Florida. Después de tanto tiempo ahorrando, por fin había llegado el momento de conocer playas increíbles, parques temáticos, y, cómo no, el famoso Envergadles, hogar de los cocodrilos más temidos.

Un día, mientras exploraba los senderos cercanos a un pantano, Pepe se detuvo a tomar una foto. Sin darse cuenta, estaba más cerca del agua de lo que hubiera querido, cuando de repente escuchó un chapoteo detrás de él. Al volear, se quedó congelado: ¡un enorme cocodrilo estaba a apenas unos metros, mirándolo fijamente!

Sin pensarlo dos veces, Pepe comenzó a retroceder lentamente, recordando un consejo que había leído sobre no correr ni hacer movimientos bruscos. El cocodrilo pareció medirlo un segundo más antes de girarse y desaparecer en el agua.

Pepe no podía creer su suerte. Respiró hondo, dio media vuelta, y no paró hasta llegar al coche. Ese día, compartió su historia con los lugareños y descubrió que los cocodrilos suelen ser curiosos, pero si no se sienten amenazados, también suelen evitar confrontaciones.

Esa noche, Pepe le agradeció a su ángel guardián por haber salido ileso de su encuentro con uno de los reptiles más impresionantes de la Tierra. Y aunque se llevó el susto de su vida, el viaje a Florida se convirtió en una aventura que jamás olvidaría.

Gracias Pepe por tu experiencia con los cocodrilos.


EL VIAJE DE LEO A LA CIUDAD SIN MAPA

Leo era un viajero de los que siempre llevaban itinerarios precisos y mapas detallados, pero esta vez, decidió hacer algo distinto. En su viaje a Lisboa, Portugal, guardó todos sus mapas y apagó el GPS de su teléfono. Quería ver qué se sentía explorar una ciudad dejándose llevar solo por sus instintos y lo que encontrara en el camino.

Al principio, Leo se sintió un poco perdido. Las calles juelas de Lisboa parecían un laberinto eterno, y los colores brillantes de las fachadas y los azulejos se distraían a cada momento. Pero poco a poco, comenzó a relajarse ya dejarse llevar. Caminó sin rumbo, descubriendo miradores que parecían escondidos, pequeños cafés donde los dueños le hablaban de la historia de la ciudad, y rincones donde la música se escuchaba suavemente.

En uno de esos paseos, llegó a una librería antigua que parecía salida de un cuento. Al entrar, encontró un libro de viajes, en cuyo interior alguien había dejado una nota escrita a mano. Decía: “A veces, la mejor forma de llegar a donde necesitas estar es dejarte perder un poco.” Leo irritante. Sin darme cuenta, había descubierto algo más que Lisboa: había encontrado una nueva manera de viajar, una que no se medía en destinos ni en fotos, sino en momentos y sorpresas.

Cuando finalmente regresó al hotel, se dio cuenta de que, sin querer, había explorado gran parte de la ciudad. Y aunque no lo tenía planeado, esa experiencia se convirtió en su manera favorita de viajar: dejando que el destino lo guiara.

Gracias Leo por la historia, seguro que a alguien le ha dado una idea para realizar un viaje.

EL VIAJE DE ANTONIO

Suiza, estaba allí por un viaje de negocios. Estaba yo el primer día después del vuelo andando por las calles cuando de repente se me abalanzo un mono a la cabeza. ¡No me lo podía creer! Rápidamente saque mis habilidades para deshacerme del y poder escapar del primate. Sin sufrir ningún daño, siga caminando y llegue al hotel donde estaba hospedado.

Una vez allí me dijeron que había robado esa misma mañana en el hotel, a lo que yo me quede bastante rayado porque yo esa misma mañana no había estado en el hotel. Una vez fuera del hotel pase unos días en la calle sin saber que hacer, hasta que un día me dije a mi mismo, "no puedo seguir así" y me propuse descubrir que estaba pasando. Siguieron pasando los días y lo que descubrí fue loco... El mono que me había atacado al principio de la historia, era el animal doméstico de un jeque millonario, y como yo había noqueado a su mono la pago conmigo. Mientras yo esa mañana seguía tranquilamente con mi vida, el se había disfrazado de mí para robar en el hotel en el cual yo me hospedaba y así quedarme en la calle.

Muchas gracias por compartir tu historia y espero que no te siga persiguiendo el jeque y sus primates.

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